jueves, julio 26, 2012

Reducción estadística de la desigualdad



Hemos visto durante la presente semana, el debate sobre la supuesta reducción de la desigualdad en nuestro país. Nadie logra entender muy bien como es posible que se reduzca la desigualdad, en un país donde las condiciones laborales son sumamente precarias, con salarios que limitan con el absurdo, con niveles de endeudamiento que aquejan al 80% de las familias, con un salario promedio del país equivalente apenas a dos sueldos mínimos, con el 50% de los trabajadores ganando menos de 220 mil pesos mensuales, con utilidades empresariales que subieron un 45% en el año 2010, con 7 familias muy ricas que disponen de una riqueza equivalente al 40% del Producto Interno Bruto.

La realidad no es consistente con una disminución de las desigualdades; sin embargo, el presidente de la República, Sebastián Piñera, el ministro de hacienda, Felipe Larraín, el también ministro de desarrollo social, más que repetido, Joaquín Lavín, no dejaron de cantar loas al supremo creador, debido a que, como dijo Lavín: “tenemos la menor desigualdad de los últimos 25 años”. Suena espectacular y, lo es, en la medida que entendamos la palabra “espectacular” como sinónimo de “espectáculo”. Eso es y nada más que eso, la supuesta reducción de la desigualdad.

A este espectáculo, también ha contribuido especialmente la señora Clarisa Hardy, ex ministra de Bachelet en la cartera que hoy ocupa Lavín y que, entonces, se llamaba Ministerio de Planificación, pero, como a la derecha no le gusta la planificación, le cambiaron el nombre. La señora Hardy se hizo una experta en camuflar la pobreza y la desigualdad durante sus funciones. En ese entonces, había que guardarle las espaldas a Bachelet quién exhibe como “logro”, a su pesar obviamente, el haber incrementado la pobreza y la desigualdad durante su gestión. Ahora, esta ex ministra experta en pobretología y desigualdad, que utilizó la CASEN con evidentes intenciones político-partidistas, no le parece bien que sea la derecha quien lo haga, es así como declaró a radio Cooperativa: "Hay que dejar de usar la CASEN como trinchera política".

En algo dio en el clavo la señora Hardy, cuando afirma que dichos instrumentos ya no tienen credibilidad en la ciudadanía. Ella contribuyó con creces a que la famosa encuesta hoy sirva exclusivamente para salvar las políticas neoliberales que han empobrecido a los trabajadores e incrementado las brechas entre ricos y pobres, mientras la famosa CASEN muestra las “mejoras” sociales que dichas políticas traen.

Es imposible que, en el contexto de la forma en que opera la economía chilena, la desigualdad haya disminuido. La caída en la desigualdad es solo un error estadístico, debido a que, en primer lugar, los ricos de verdad no están medidos en la encuesta CASEN. Luksic, Matte, Angelini, Paulmman, ni son entrevistados ni tampoco se ajusta la encuesta para incorporar sus ingresos. En segundo lugar, cuando se habla o se toma como unidad de medida al 10% más rico, se están incorporando sectores que no lo son y que, a su vez, son víctimas del problema de la desigualdad. Entonces, es perfectamente posible que la desigualdad disminuya porque se produce un incremento de la desigualdad al interior del llamado 10% más rico. En Chile no hay ni un 10% ni un 5% de ricos. Con suerte, los ricos llegan al 1% de la población y, para medir correctamente la desigualdad, habría que comparar el ingreso medio del 1% más rico con el ingreso de los más pobres, incorporando necesariamente a las familias todopoderosas de Chile en la medición, lo cual no costaría nada hacerlo. Otra forma implica necesariamente la utilización político-partidista de la encuesta, con miras a justificar la injusticia, el abuso y la desigualdad.

Marcel Claude
(publicado en El Rastro julio 27, 2012)

1 Comment:

Anónimo said...

La riqueza que se dejan las empresas son las ganancias por el trabajo que desempeñan los trabajadores, sin nosotros estos delincuentes no producirían nada ni existirían sus empresas.
Si están llenos de dinero es porque los trabajadores generan esa riqueza para que después estos ladrones de empresarios se la roben.Ni siquiera tienen un poco de moral para decir, si vamos a repartir bien el pastel, pero se comen todo y nos dejan las migas.
Es una burla como humillan al pobre con encuestas falsas.
Una encuesta verdadera:
el mas pobre de los Ricos ....Sebastian Piñera con una fortuna de US$2.400.000.000 millones de dolares.Pensara con esa riqueza nuestro presidente que una familia no puede vivir con 145.000, 193.000 miserables pesos, no , no piensa en eso y no esta ni ahí con los pobres.