Violencia y movimiento estudiantil: hacia una nueva forma de luchar

Ya es una costumbre, un “déjà vu” como se dice ahora –usando la expresión francesa- para referirse a una liturgia repetida hasta el aburrimiento ¡qué lata! ¿Nadie se percata de lo reincidente que son todos los actores en el mismo libreto? Los estudiantes a marchar intentando conmover a las autoridades, a los chilenos –que a estas alturas son inconmovibles, no sé qué pasa ¡qué nivel de sumisión y conformismo de esta sociedad!

En fin, nadie se conmueve y, en su lugar, una rutina enfermante y odiosa. Los encapuchados -que tampoco es claro a qué lógica o ilógica obedecen- salen a las calles a desempeñar su función, su tarea: romper, apedrear, quemar, provocar ese efecto tan útil al poder hegemónico que es atemorizar y justificar leyes antiterroristas, anti manifestaciones, etcétera. En fin, lo de siempre ¿quiénes son? Nadie sabe ¿policías de civil? ¿infiltrados? Hay antecedentes que investigar, pero, nadie lo hace y surge la duda razonable sobre a quienes reportan o a qué ley están sujetos, pero, sí sabemos que volverán a su tarea en cada manifestación ¿Son jóvenes anti sistema? ¿hijos del abandono, la pobreza, la exclusión? Nadie sabe.  Resulta sorprendente el fenómeno de los encapuchados, nadie hace estudio alguno sobre este fenómeno, nadie les entrevista, nadie sigue sus pasos. Ningún medio de comunicación intenta darse una explicación medianamente consistente al fenómeno y menos alguna autoridad o institución académica.  Es muy raro todo esto, da como para hacer un estudio y profundizar en este tema de la violencia, intentar darse una explicación, pero no se hace ¿por qué?

Si fueran efectivamente personas anti sistema, hijos del dolor, del abandono, de la marginalidad ¿no es como para empezar a preguntarnos acerca de esa máxima que la violencia engendra violencia? ¿no es violencia la despiadada desigualdad que reina en Chile? ¿no es violencia las oprobiosas condiciones laborales? ¿no es violencia que el 50% de los trabajadores gane menos de 220 mil pesos mensuales? ¿qué esperan como reacción de aquellos ante los cuales, las autoridades y la raza sórdida de políticos que nos infestan el espacio público, no tienen más respuesta que su utilización para robar cámara o hacer campañas publicitarias? ¿qué esperan cuando los medios de comunicación se remiten a leer siempre lo mismo de esos hechos, prestándose dócilmente para la criminalización del movimiento social? ¿qué esperan si la única respuesta de las autoridades es la represión, la sordera, la hipocresía y el descaro?

No sé qué esperan ellos, pero, al menos sé lo que yo espero que se saque como conclusión. El movimiento social y estudiantil debe salir de esa trampa, debe ir por nuevas formas de expresión política y decidirse a empujar, radical y definitivamente una gesta para reemplazar a la clase política, incorporándose en las tareas de conducción de la sociedad.  Ya no se puede esperar nada de lo que hay, es necesario tomar el poder institucional de la sociedad chilena.

Marcel Claude

(Publicado en El Rastro 10 agosto 2012)