viernes, abril 11, 2008

SalmonChile y la Patria Capital


(Publicado en Diario Estrategia, Abril 11, 2008)

Difícil se ha puesto el panorama para los salmoneros. Están ofuscados y, a través de su presidente, Cesar Barros, se han dedicado a injuriar no sólo a quienes hemos realizado una campaña para que se tome conciencia de los impactos negativos sobre el medio ambiente y los abusos laborales que esta industria acomete, sino también, fustigando al New York Times, el diario norteamericano que recientemente dio cuenta de los cuestionamientos que pesan sobre la industria. Esto llevó a que una de las cadenas de supermercados más importantes de Estados Unidos, suspendiera las importaciones de salmón desde Chile. Inmediatamente, en la Bolsa de Comercio de Santiago, las empresas salmoneras perdieron entre 4 y 5 puntos porcentuales en sus precios.

No sorprende la actitud de Barros, es de su linaje la arrogancia ofuscada ante la crítica pública. Pero, lo que resulta inaceptable es la actitud de las instituciones del Estado. El embajador chileno en Washington, se apresuró en escribir una carta al diario indicando que la nota perjudica a una industria altamente beneficiosa para Chile; el canciller Foxley, expresó el orgullo nacional que representa esta industria, Juan Gabriel Valdés, encargado de la Imagen País, representó el deseo del gobierno de apoyar a la industria para evitar el daño que sufre, la Cámara de Diputados aprobó un proyecto de acuerdo para que el país informe sobre las regulaciones y las fiscalizaciones a que está sometida la industria y el Ministro Pérez Yoma, jefe del gabinete anunció un plan conjunto con la industria para organizar su salvamento.

Todo lo que dijo el New York Times ha sido largamente documentado. Marine Harvest, empresa salmonera noruega que opera en Chile, reconoció el uso excesivo de antibióticos y la falta de regulación. No obstante, altos funcionarios de gobierno se apresuran a defender a la industria como si fuera lo más sagrado del ser nacional.

Cuando recursos tan básicos como el agua son severamente dañados y los derechos laborales atropellados por esta industria, no hay autoridad que salga en su defensa. Si los salmoneros confunden sus intereses con los del país allá ellos, pero cuando el Estado defiende el capital privado como a la patria misma, no sólo es una vergüenza impresentable, sino una demostración de la grave crisis de representación que hoy exhibe el país y una evidente falta de democracia política que sea real y eficaz.

Marcel Claude, Director Ejecutivo Instituto PolítiKas.

6 Comments:

Anónimo said...

No es la primera vez que el gobierno chileno defiende lo indefensible, solo por lealtad a "lo chileno", o sea, la imagen de Chile, que suele tener mas prioridad que Chile y los chilenos mismos.

En el caso de FrankenSalmon, la mala imagen ya ha convertido en plata perdida.

Pero veamos otro ejemplo que concentra mas puramente en la imagen de Chile. La violencia desaforada de los chilenos sub-20 en Toronto el anyo pasado. Un futbolista pego a un paco hembro, y el equipo entero estaba destruyendo decenas de miles de dolores de propiedad. Por eso los pacos tuvieron que controlar la situacion.

Pero la Presidenta Bachelet inmediatamente salia diciendo que los pacos torontinos ocupaban "agresion injustificada", mientras investigaciones siguientes concluyeron que SI sus acciones eran justificadas, porque los futbolistas estaban fuera de control.

Por defender lo indefensible, el gobierno de Chile pierde credibilidad. Pero que importa credibilidad en una sociedad estructurada tal como nunca puede cambiar el balance de poder de un oligarquia?

La interes excesiva del gobierno para los empresarios muestra el Chile que es mas una corporacion cuidando su marca que una democracia cuidando su gente.

Unknown said...

Hace varios años atrás informaste la realidad de la industria salmonera en Chile. Hoy, el New York Times sólo viene a corroborar tu información. Lamentablemente, el gobierno chileno defiende sólo al gran capital, en desmedro de todos nosotros, los simples y útiles conciudadanos. No sólo es la industria del salmón, nos esquilman por todos lados. Las inmobiliarias hacen lo que quieren, los supermercados, las cadenas de farmacias, etc. etc. etc. Como siempre, el chileno medio es la mortadela del sandwich y la de oferta para peor. Siento tanto que no podamos revertir esta situación. La globalización ha sido buena sólo con los ricos, al resto sólo nos ha perjudicado.

Roddy said...

"Imagen Pais", "Orgullo Nacional", estas frases me recuerdan cuando Lagos hizo su magnanimo esfuerzo por defender a una empresa y un empresario por contaminar los pantanos de villa en Peru... ecosistemas fragiles... Ahora "predica" sobre el medio ambiente.. jaja, un chiste.
En fin, la industria salmonera a dado muestras contrarias a la salud y seguridad laboral de sus trabajadores (tasas de siniestralidad alta debido a muertes), y que decir del medio ambiente ... contaminación que afecta los ecosistemas marinos y sus interdependencias.

AKS said...

Claro y conciso, como siempre. Saludos, Marcel.

Anónimo said...

generar empleos no es excusa para hacer lo que se quiera.

estas empresas salmoneras, como muchas otras forestales, general demasiadas externalidades, que por cierto nunca asumen.

algunas dañan al turismo, el paisaje, contaminan, y nadie dice nada, como generan empleo. Aunque silenciosamente impiden la creacion de muchos otros.

Anónimo said...

Es solo una muestra mas del "Yanaconismo" que llevamos en nuestro ADN nacional.