jueves, diciembre 21, 2006

Corrupción y Gobierno de Lagos


La discusión sobre el presupuesto fiscal para el próximo año ha sufrido, repentinamente, un gran interés de los parlamentarios, debido al caso de Chiledeportes. Los presidentes de la comisión de Hacienda de la Cámara y del Senado anunciaron una exhaustiva revisión de los fondos destinados a la actividad deportiva.

Sin embargo, esta preocupación debió estar presente en todos los años anteriores, porque todo indica que la corrupción es una práctica extendida en los últimos gobiernos, principalmente, durante el mandato del ex Presidente Ricardo Lagos. Los casos MOP-Gate, MOP-Ciade y CORFO-Inverlink, por nombrar algunos, ponen un manto de duda sobre la gestión del ex mandatario, quien curiosamente promulgó la Ley de Probidad en 1999. No obstante, dos años después la subsecretaría de la Presidencia emitió un decreto que facultaba a cada repartición pública a determinar arbitrariamente qué información era de carácter reservado o secreto, con lo que la famosa Ley de Probidad fue convertida en letra muerta.

La transparencia y el libre acceso a la información pública son justamente los mecanismos más eficaces para combatir la corrupción, pero el ex Presidente Lagos no lo entendió así en su momento. Por eso, no sorprende que las denuncias contra Chiledeportes daten de hace tres años, cuando su máximo responsable era uno de los más cercanos colaboradores de Lagos, el ex ministro del Interior y de Gobierno, Francisco Vidal. El hoy flamante presidente del directorio de TVN y miembro del directorio de BancoEstado tiene una enorme responsabilidad política en el caso Chiledeportes, pero el análisis a su gestión ha pasado desapercibida, tal como las críticas al mandato de Lagos.

Creyendo que la memoria es frágil, Lagos y Vidal han guardado silencio. La oposición ha focalizado sus críticas a la actual directora de Chiledeportes y ha soslayado la responsabilidad del gobierno anterior. El análisis político ha omitido la figura de Lagos, porque al parecer su aura de estadista impide cualquier cuestionamiento a su gestión. Pero, lo cierto es que justamente durante su sexenio ocurrieron grandes desfalcos al Estado, donde los operadores políticos y la triangulación con dineros del Estado eran una práctica común.

Además, el partido político más cuestionado por estos manejos, el PPD, en donde milita Lagos y Vidal, hoy debería aclarar por qué aparecen sus parlamentarios justificando gastos con facturas falsas o recibiendo asignaciones directas para actividades de campaña. Hoy, quienes se cegaron con la presencia de Lagos en La Moneda deben cuestionarse seriamente si la probidad fue una de las características de su mandato. Lagos no sólo defraudó las expectativas de mayor igualdad de los chilenos, sino que además su gobierno afectó seriamente la credibilidad del aparato estatal.

Marcel Claude, Economista.

1 Comment:

Anónimo said...

Creo que el gobierno de Lagos ha deferaudado enormemente, siento que la mahipulacion de los dineros fiscales se hizo sin ningun tipo de tapujo, se fueron del gobierno sintiendose los maximos, mi problema es que son bastante mediocres, pero pensar si quiera en la derecha en el poder me obliga a votar por esta manga de corruptos nuevamente.