Hace 20 años, muchos de nosotros cantamos la alegría ya viene. El tiempo transcurrió no del modo que esperábamos, sino dejándonos al margen, perplejos, contemplando con desengaño un cúmulo de promesas incumplidas. Y los que nacieron en estos mismos 20 años y que desean construir su propia historia tampoco entienden el por qué no se puede cambiar nada. El por qué debemos seguir con un dilema que en definitiva sólo ha mantenido a los mismos donde siempre estuvieron.
Desde hace 20 años que la concertación nos ha hecho creer que aún hoy el dilema sigue siendo dictadura v/s democracia, de modo que no apoyarlos sería revivir el fantasma de Pinochet. Pretenden que aceptemos ser rehenes de un esquema que piensa que más de la mitad de Chile quiere vivir otra dictadura por no apoyar la concertación, manteniéndonos así en una interminable transición.
Desde hace 20 años que el país moderno que la concertación nos impuso –y decimos impuso porque jamás nos consultaron-, nos ha legado una realidad de exclusiones, de crecientes desigualdades, de precariedad de nuestro trabajo, de profunda angustia y de creciente temor. Nos han dejado sin saber qué decir, sin poder aportar nada y todo ello en nombre de la alegría y de la democracia.
Pues bien, nuestra convicción es ésta:
Una democracia que se construye sin preguntarle a nadie no es democracia, sino una democracia privada, donde la voz de la ciudadanía es silenciada habitualmente.
Un gobierno que prefiere las encuestas engañosas por sobre la voz de los ciudadanos, no tiene sensibilidad social y hace de la democracia una farsa. Pensamos por dignidad que los hombres y mujeres de Chile no somos números y que sin participación de nosotros los ciudadanos, las instituciones no son más que meras etiquetas, por más que se diga que funcionan.
Un gobierno que genera el actual patrón de acumulación de riquezas que impera en Chile y que termina convirtiendo nuestros recursos naturales en la basura de los grandes proyectos económicos, hace imposible que logremos un desarrollo para toda la población y por el contrario consolida un modelo de beneficios para unos pocos y la destrucción de una riqueza que, a pesar de lo que se creía, está desapareciendo.
Tenemos la convicción que después de 20 años, la concertación ha perdido todo derecho a imponer su paternidad sobre la democracia.
Por ello:
a.- Proponemos la necesidad de un nuevo lenguaje que sea distinto de los sinsentidos y eufemismos que hoy imperan. Ideas como riesgo país, agenda corta, agenda larga, ranking país, etcétera, son muestras de una infantilización que rechazamos y de un lenguaje que deja a los ciudadanos excluidos en nombre de “la seriedad política”
b.- Proponemos un sinceramiento del sistema político y del diagnóstico actual respecto de Chile.
Sincerar el sistema político significa poder ubicar a las fuerzas políticas según su oferta y no según una etiqueta o slogan. En otras palabras, cuando todos los partidos proponen un mismo modelo socio-económico, no cabe hablar de progresistas y reaccionarios, ni de demócratas y autócratas, puesto que entonces, todos terminan siendo lo mismo aunque sus símbolos sean distintos.
Sincerar el diagnóstico significa poder medir y conceptualizar nuestro país sin recurrir a trucos estadísticos ni a conceptos forzados con el sólo propósito de impresionar en el extranjero, o de atraer inversionistas a cualquier precio. Gobernar no consiste en convencer a los que están mal de lo bien que se encuentran. Se trata, por el contrario, de ser honesto para decir lo que está mal y procurar de ese modo, un real bienestar para la ciudadanía.
c.- Proponemos la necesidad de liberar espacios dentro del sistema político con el propósito de que surjan nuevas alianzas, lo cual hace imperioso trabajar por el fin de una política inmovilista y de consensos forzosos, como han sido los 20 años de gobierno de la concertación.
d.- Proponemos garantizar la verdadera participación ciudadana a través del diálogo con los actores sociales. La democracia no es compatible con los iluminados quienes, por el hecho de tener un postítulo en el extranjero, se hallan en posesión de la verdad y creen que acercarse a dialogar con la ciudadanía es poco menos que descender al infierno. Por ello nunca más un AUGE que no se consulta. Nunca más un reforma educacional que se impone a espaldas de estudiantes y docentes. Nunca más una costosísima reforma procesal penal que se hace sin existir un diálogo previo con los actores del sistema. Nunca más una política que promueve los negocios de unos pocos sin preocuparse si la población está de acuerdo en que éstos se hagan a costa de nuestra riqueza natural. Y nunca más la promesa de un gobierno de los más capaces que termine convertida en un gobierno de apitutados y corruptos que entre otras cosas desvían los dineros destinados al empleo para financiar campañas políticas.
Denunciamos la traición de la concertación a sus propios ideales que alguna vez, todos compartimos y apoyamos. Denunciamos que nos hayan hecho creer que esta seudo democracia la ganamos marchando en la calle, cuando 20 años más tarde vinimos a darnos cuenta que todo se había negociado para beneficio de unos pocos.
Manifestamos nuestra absoluta convicción de que otro gobierno de la concertación es dañar de un modo gravísimo las posibilidades de democratizar Chile.
La concertación, hija de la transición y deformada por su propia falta de visión y respeto a sus promesas, debe quedar atrás para dar paso a una nueva etapa que el país merece.
Porque debemos ser protagonistas de nuestra historia, debemos ser conscientes de la gravedad del estado en que se encuentra nuestro país y desarrollar el uso de una razón crítica que se transforme en una exigencia, un imperativo moral, en una compañía constante.
Por eso, después de 20 años, estamos Des-concertados.
Movimiento de los Desconcertados.
viernes, enero 05, 2007
Manifiesto de los Desconcertados
Publicado por Unknown en 8:39 a. m.
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2 Comments:
100% deacuerdo, interpretas el sentir de muchos chilenos, chile necesita de nuevos lideres, tu genio en descifrar-develar-verbalizar nuestra realidad es un alivio y una voz a nuestra protesta. Chile necesita un nuevo partido politico de con gente inteligente como tu. Gracias
arquigeoss@yahoo.com
La verdad es que en Chile despues de 17 años de concertación, es más patente que nunca la necesidad de articular una nueva expresión política que de cuenta de un nuevo proyecto país, que articule y de sentido al descontento que sectorialmente expresan cientos y miles de chilenos. Y ciertamente, eso se debe construir con los militantes y ciudadanos honestos de la concertación, junto al progresismo extraparlamentario y la izquierda tradicional.Necesitamos generosidad...
Salu2.
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