lunes, noviembre 19, 2007

Acerca del Salario Ético


La discusión sobre la dignidad del salario explotó en Chile como una evidencia de la que todos sabían pero que también todos evitaban. Unos –los dueños de Chile- para seguir recogiendo los frutos de esa supuesta ignorancia, otros –el Gobierno y la Concertación- para seguir haciendo nada, y el resto –la gran mayoría de perjudicados- para no seguir mordiendo rabia.

Algunos piensan que es técnicamente impensable que las pequeñas empresas puedan pagar salarios decentes a sus trabajadores, pero se les olvida o quieren deliberadamente soslayar, que muchas pequeñas empresas no pueden pagar esos salarios porque es tan desigual la distribución de la riqueza en Chile que esas pequeñas empresas no tienen a quien vender sus productos. El mercado para las llamadas pymes son los chilenos, puesto que es a ellos a quienes les venden lo que producen o fabrican y por la enorme desigualdad que hay en este país, no constituyen realmente un mercado dinámico para el crecimiento de las empresas pequeñas.

Por otra parte, no debemos olvidar que esta gigantesca desigualdad es el resultado de políticas económicas orientadas a concentrar la propiedad y desarrollar exclusivamente las exportaciones de un único 1% de grandes empresas que, además, apenas dan empleo y, en consecuencia, no contribuyen a crear mercados para las pequeñas empresas.

La incapacidad de las pequeñas empresas de pagar salarios éticos o dignos dice también relación con la debilidad de los trabajadores para alcanzar mejores resultados en las negociaciones colectivas. Si en Chile hubiese leyes laborales que facilitaran dichas negociaciones de tal manera que los trabajadores tuvieran mayor fuerza para negociar, entonces, la repartición de la torta sería más justa y las pymes podrían vender más y pagar mejores salarios. Si en Chile los trabajadores pudieran ser parlamentarios y si fuese posible que éstos realmente representaran a los ciudadanos, entonces tendríamos leyes que impusieran impuestos más justos a personas y empresas y eso reduciría la desigualdad y las empresas pequeñas tendrían a quien vender sus productos.

La discusión acerca de la ética de la remuneración puede no ser técnica e incluso puede ser inapropiada desde la perspectiva de la ley de la oferta y la demanda, es decir, de la ley de Moraga, pero es del todo pertinente cuando se trata del fin último de la economía y de toda ciencia: el bienestar material e intangible de la sociedad y sus miembros.

Marcel Claude, Economista.

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