lunes, noviembre 19, 2007

Consejo Asesor de Equidad


Son cuarenta y ocho los miembros de una nueva comisión para hacer frente al reciente problema levantado por el obispo Goic en torno a la gigantesca desigualdad que hay en Chile y debido a su insistencia en la necesidad de un salario ético. El obispo incomodó con sus palabras y muchos rasgaron vestiduras, incluso la Presidenta Bachelet no aceptó que cuestionaran su compromiso con la justicia social.

No obstante, hay cosas que llaman la atención y que es necesario poner sobre la mesa a fin de intentar comprender la cuestión en su conjunto y más allá de los juegos de imagen y de las palabras de buena crianza.

Primero, llama mucho la atención que el Gobierno se prestara tan rápidamente a reaccionar ante un tema que, según el propio Gobierno a través de la ministra Hardy, se había zanjado y superado anunciando con exuberante regocijo que la desigualdad había retrocedido como nunca en los últimos años, así como también el flagelo de la pobreza. Todo lo cual era una forma inequívoca de legitimar las políticas de gasto social que habían implementado los gobiernos de la Concertación.

Sin embargo, el señor Goic, un ignorante contumaz en materias de índole secreta y de alta especialización como es la economía, puso abrupto término a la autocomplacencia y obligó a crear un Consejo Asesor de Equidad. La pregunta obvia es ¿Cual sería la necesidad de crear una comisión para hacer propuestas sobre equidad cuando, según cifras oficiales, el problema se estaba naturalmente resolviendo con las políticas implementadas? La respuesta del Gobierno es, obviamente, un reconocimiento de hecho y de derecho del equívoco de las cifras oficiales sobre pobreza y desigualdad.

Segundo, llama también la atención el exagerado número de miembros de dicha comisión y particularmente de personas muy respetables como Joaquín Lavín, pero que más que convocado a hacer propuestas en materia de justicia social está llamado a frenar las aspiraciones presidenciales de Sebastián Piñera. Este hecho poco sutil, es una muestra de la poca seriedad del Gobierno en cuanto a la falta de justicia y ante la enorme desigualdad y concentración de la riqueza que hay en Chile.

Un viejo dicho popular sostiene que cuando se quiere resolver un problema, hay un solo camino: resolverlo. En su defecto, queda la alternativa de formar una comisión. Este ha sido desgraciadamente la respuesta del Gobierno ante los problemas que aquejan al país, ya sea en educación, previsión o equidad.

Marcel Claude, Economista.

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