viernes, marzo 28, 2025

LA FAMILIA LUKSIC Y SU NOTABLE GENEROSIDAD CON LA TELETÓN (UNA PERSPECTIVA CRÍTICA)


Marxel Claude

Centro de Investigación para la Industrialización

Facultad Tecnológica - USACH


No he sabido mucho –salvo la donación de los Luksic- de ese evento anual histórico llamado TELETÓN y que trastorna por dos días a rostros y vedettes de la inaguantable televisión chilena, así como a la gran mayoría de chilenos y chilenas, pero que para otros como quien suscribe estas palabras, no representa más que el fracaso moral de una cultura y la consolidación de ese mefistofélico dicho de que “el fin justifica los medios”.  Por el sinsentido y la desazón que me producen intentar cuestionar un evento que trastoca toda mínima integridad humana, sólo me limitaré a poner en entredicho la generosidad de la familia Luksic –la más rica de Chile- que se ha convertido en un emblema, tanto como el huemul y el cóndor en el escudo nacional, de los sueños y esperanzas de la identidad de Chile después de la dictadura militar.  Esta familia hizo un aporte de 1.800 millones de pesos, lo que fue percibido como un acto de magna generosidad…. TODO MAL… FRANCAMENTE MAL.

 

Según la Lista de los Multimillonarios más Ricos del Mundo de la Revista Forbes[1], entre los más ricos del mundo en 2024 se encuentra en el rango 75 Iris Fontbona y familia –léase Andrónico Luksic- con la contundente suma de 25 mil 700 millones de dólares.  Todos debemos coincidir que tan “pequeño capital”, no es posible resguardarlo a la vieja usanza bajo un colchón y que probablemente se encuentra muy bien invertido.  De hecho, la misma revista Forbes identifica a esta familia con el negocio minero que, según Ramón López, Doctor en Economía por la Universidad de British Columbia en Canadá y Profesor Titular en el Departamento de Economía de la Universidad de Chile[2], la rentabilidad de las empresas que explotan el mineral en Chile es solamente comparable, tal vez, con el tráfico de drogas. Sus tasas de rentabilidad han sido del 80% y actualmente deben estar sobre el 100% anual, es decir, recuperan el capital en un año.

 

Sin embargo, acá vamos a ser más prudentes y tomaremos hipótesis menos “escandalosas” que las postuladas por el profesor López y tomaremos como referencia la publicación de CIPER sobre Los enormes beneficios tributarios a los que acceden las empresas mineras en Chile[3] en la que citando un estudio realizado por Cochilco (Comisión Chilena del Cobre) sostiene que un proyecto minero tipo levantado en Chile, va a tener una rentabilidad de 14,5 por ciento, tal como se aprecia en el gráfico a continuación:



Ahora bien, el capital de la familia Luksic no sólo está invertido en la minería, también en la industria bancaria puesto que son dueños del Banco de Chile, gracias a un crédito express entregado por el Banco Estado cuando para nuestra desgracia presidía al país otro pedante político llamado Ricardo Lagos.  Lo que informa la Memoria Anual 2023, el Banco de Chile, en 2023 tuvo una rentabilidad sobre patrimonio de 25,1%[4].

 

Entonces, si promediamos las rentabilidades de ambas industrias, minera y bancaria, podríamos señalar sin equivocarnos mucho que la valorización del patrimonio de la familia Luksic ascendería a un 19,8% anual.  Así las cosas podríamos estimar el incremento del capital de dicha familia (19,8% de 25 mil 700 millones de dólares) en 5,089 millones de dólares anuales, que divididos en 365 días del año ascienden a 14 millones de dólares por día, o sea, al valor promedio del dólar en noviembre de 2024 (958 pesos por dólar), serían 13 mil 365 millones de pesos por día.  Esto quiere decir que la generosa donación de 1.800 millones de pesos a la Teletón, no representa más que el 13,5% de sus ingresos diarios, o un 0,04% de sus ingresos anuales.  En términos relativos, una suma que por más grande que parezca, no afecta ni en medida menor el patrimonio de los Luksic.  No es al decir de Alberto Hurtado un “dar, dar hasta que los brazos se caigan de cansancio” ni siquiera “hasta que duela”. Lo anterior sin olvidar que esas donaciones caritativas son en buena parte deducibles de Impuestos, amén de gozar de un gran despliegue publicitario gratuito que incrementa considerablemente las ganancias de las actividades productivas de los generosos donantes..

 

Muchos pensarán que es su dinero y que bien se lo ganan realizando actividades altamente productivas.  Sin embargo, me da por pensar en esa tanta gente que a las 6 am de la mañana veo en el Tren Metropolitano de Santiago cuando me desplazo hacia la universidad los martes, miércoles y jueves, y de los cuales muchos van a sus paupérrimas pegas para ganar el ingreso mínimo (500 mil pesos mensuales) ¿Trabajadoras y trabajadores sin talento e improductivos, flojos?  Esa gente debería trabajar 2 mil 227 años para ganar lo que esta magnánima y generosa familia Luksic recorta en uno y cada uno de los días del año.  De que es algo grosero, lo es.  Pero, no seamos tan dramáticos y pensemos que el capitalismo no es tan malo y nos permite ciertas licencias y placeres como el fútbol y la música, de forma tal que otros pueden también gozar de los beneficios del modo capitalista de producción.

 

Sin embargo, me cuesta no seguir fastidiando con estos cálculos que nos ponen la ruda y obscena realidad en medio del estómago como un artero y traicionero golpe.  Así es como me dio por pensar ¿Cuántos conciertos por día durante los 365 días del año debería dar Shakira para ganar lo que Luksic gana con sus actividades tan productivas? Pues bien, esta altamente productiva cantante colombiana que según la publicación en internet Imagen[5] de Veracruz cobra alrededor de 300 mil euros por concierto, debería dar 44 conciertos por día durante los 365 días del año para ganar lo mismo que la familia Luksic.  Claro está que no deberían extenderse por más de 32 minutos pero tampoco deberían interrumpirse ni para comer ni dormir durante todo el año … ciertamente esto no es posible en absoluto ¿Y si pensamos en Lionel Messi? Tomo estos ejemplos para tratar de dar una cierta magnitud al esfuerzo productivo de un Andrónico Luksic, en comparación con un trabajador del salario mínimo –que podríamos acusar de no gozar de talento alguno- y con otros trabajadores como Messi o Shakira a quienes nadie puede acusar de flojos y menos de improductivos y que ganan sus ingresos con su talento y trabajo.  Ahora bien, según 24 horas Deportes[6] Lionel Messi gana 660 mil 895 pesos por minuto, es decir, en un partido de fútbol recortaría 59 millones 500 mil pesos aproximadamente.  Esto significa que debería jugar 225 partidos por día durante 365 días del año para ganar lo mismo que un tal Andrónico.

 

Entonces, cuando pensemos en la generosidad de los Luksic deberíamos pensar también en que su tan admirada donación es un aporte despreciable en relación a lo que ganan gracias a la riqueza minera que explotan (degradan y no restituyen) de nuestro país y a las utilidades que cobra por los servicios bancarios que presta a los chilenos y chilenas, así como de los salarios y remuneraciones que paga a sus trabajadoras y trabajadores que son una expresión mínima de la riqueza que éstos producen y que veo todos los días a las 6 am en el Tren Metropolitano de Santiago.  No hay modo alguno, no dan las condiciones materiales ni biológicas, para que una sola persona pueda producir con su trabajo lo que corta y recorta Adrónico Luksic diariamente y de forma ininterrumpida durante todo el año.  Ciertamente, esa capacidad no es laboral, es política e institucional y obedece a su posición en la estructura política y económica del Chile que hoy vivimos. Estructuras que naturalizan y consolidan una de las sociedades más injustas, en consecuencia violentas y dolorosas, del planeta.

 

Nunca la Teletón me ha parecido algo decente, pese a sus loables objetivos, y menos aún cuando se presta para lavar la imagen de personajes de dudosa calidad moral como son los rostros de la televisión chilena y de los multimillonarios que con sus despreciables aportes se muestran como héroes de la responsabilidad social que en el capitalismo no existe.

 



[1] https://www.forbes.com/billionaires/

[2] https://radio.uchile.cl/2021/05/11/ramon-lopez-y-rentabilidad-de-mineras-privadas-es-solamente-comparable-tal-vez-con-el-trafico-de-drogas/

[3] https://www.ciperchile.cl/2011/07/19/los-enormes-beneficios-tributarios-a-los-que-acceden-las-empresas-mineras-en-chile/#:~:text=De%20acuerdo%20a%20un%20estudio,de%2014%2C5%20por%20ciento.

[4] Memoria Anual Banco de Chile, 31-12- 2023.

[6] https://www.24horas.cl/deportes/futbol-internacional/pulverizaria-una-marca-historica-el-millonario-sueldo-lionel-messi#:~:text=Dicho%20esto%2C%20Lionel%20Messi%20ser%C3%ADa,obtendr%C3%ADa%20un%20monto%20de%20%24660.895.


CONFLICTO TERRITORIAL VENEZUELA-GUYANA: A LA SOMBRA DE LA EXXON MOBIL


 


Marcel Claude

Investigador Centro de Estudios para la Industrialización CEIAI-GNR

Docente Depto. Tecnologías Industriales

Facultad Tecnológica

Universidad de Santiago de Chile

marcel.claude@usach.cl


El Esequibo es un territorio en disputa entre Venezuela y Guyana, cuyo conflicto hoy se ha reavivado desde que la ExxonMobil encontró importantes yacimientos de petróleo en 2015 en aquellos territorios que Venezuela lleva más de un siglo tratando de recuperar, dado que siempre le pertenecieron hasta que en 1899 el Reino Unido -en complicidad con Estados Unidos- se los arrebató mediante el llamado Laudo Arbitral que fue el resultado de una componenda judicial entre ambas potencias anglosajonas en contra de Venezuela.  En esta columna intentaremos ilustrar las claves económicas de un conflicto que a todas luces dice relación con el petróleo: la sangre negra del capitalismo.

 

Lo que sabemos es que de los 15 países con mayores reservas probadas de petróleo en el mundo al 2020, Venezuela tiene la más grande con un 19% y entre África, Venezuela y Oriente Próximo representan el 75%, mientras EEUU apenas llega al 4% y ningún país de Europa Occidental se encuentra dentro de ese selecto grupo.  Se debe tener en cuenta que el modo de vida occidental descansa en el petróleo como fuente de energía y que sólo faltan 42 años para que se agoten las reservas de crudo existentes en el planeta, según lo aseguró el director del Centro de Investigación en Energía de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Claudio Estrada Gasca.  Lo anterior nos permite proyectar severos y críticos conflictos territoriales cuando de petróleo se trate en las próximas décadas.

Por otra parte, la República Cooperativa de Guyana es un país de Sudamérica ubicado en la costa del Atlántico con una población de unos 800 mil habitantes, siendo uno de los países más pobres del Caribe, puesto que el 35,1% de la población vive por debajo del umbral de pobreza (1 dólar al día).  Hace aproximadamente 60 años, cuando se firma el Acuerdo de Ginebra para resolver la controversia entre Venezuela y el Reino Unido sobre la frontera con la Guayana Británica, este último país se dedicaba a la exportación de arroz y azúcar.  En la actualidad, según el FMI es el país que más ha crecido: mientras en el 2022 el aumento del PIB fue de 62%, en el 2023 llegó al 38% y se proyecta un crecimiento del 27% para el año venidero.  Considérese que una potencia económica como China ha tenido en los últimos 30 años un crecimiento promedio de 10% anual y eso es considerado un tremendo éxito económico.  Sin embargo, el enorme crecimiento del PIB en Guyana se explica por la producción de petróleo que realizan grandes consorcios petroleros como ExxonMobil y Hess Corporation, que llevaron la producción de petróleo de mil 200 barriles por día en 2019 a 390 mil en 2023.

 

En este contexto, bien vale la pena preguntarse ¿Quién crece cuando Guyana crece? Ciertamente es difícil saberlo puesto que una de las consecuencias de utilizar el PIB (Producto Interno Bruto) como el indicador principal de la actividad económica es que no se puede distinguir entre el rol de la inversión extranjera del que juegan las empresas y trabajadores nacionales.  El caso de Guyana es por excelencia una prueba de que un país puede crecer de una manera descomunal y seguir siendo pobre y estancado, puesto que el crecimiento económico es para beneficio de las empresas multinacionales extranjeras.

 

Lo que es evidente en este conflicto es que su reactivación tiene que ver con el petróleo descubierto por ExxonMobil en el 2015.  Y esto no es una cuestión menor, dado que, tal como lo señalaba en el 2008 Pablo Uc en “El discurso geopolítico del petróleo”, el llamado oro negro no sólo constituye la piedra angular de la economía contemporánea, sino además, la brújula del actual escenario de conflictos internacionales y del paradigma energético vigente.  Para Uc, toda realidad, especialmente para quienes se benefician de ella, conlleva la construcción de un discurso que le da legitimidad.  En el caso de un mundo dependiente del petróleo, el “discurso geopolítico petrolero” es fundamental para entender la “naturalización” de las políticas belicistas para la obtención e incremento de los recursos petroleros y de la riqueza que aprovecha la oligarquía petrolera que es lo que ha ocurrido con las intervenciones estadounidenses en los últimos 20 años.

 

Lo anterior es consistente con lo señalado por James Cypher en el 2015 en su publicación sobre “La economía política de las intervenciones militares de EEUU desde 1945” cuando sostiene que entre 1945 y 1999 las intervenciones militares de EEUU se expandieron por todo el mundo y con la promulgación de la ’Doctrina Bush’ –que se arroga la opción de iniciar una guerra de manera unilateral en el marco de la Estrategia Nacional de Seguridad de EEUU- éstas se ampliaron. Entre 2000 y 2014 se autorizaron 81 intervenciones, generando un escenario de guerra constante. Como lo señala Cypher, la configuración poscolonial ha permitido que las intervenciones estadounidenses se ejecuten a lo largo del Sur Global como ejercicios de poder hegemónico, justificando sus acciones a través de un argumento altruista y desinteresado; no obstante, ni los intereses económicos directos ni la ampliación de las estructuras geopolíticas de dominación son hechos reconocidos por los poderes fácticos como los verdaderos motivos de las intervenciones.

 

Sin embargo, de cuando en cuando la verdad asoma entre tanto relato ideológicamente intencionado.  Paul Pillar, jefe de la CIA para Oriente Próximo entre 2000 y 2005, declaraba al diario El País: “La Administración de Bush lanzó una campaña organizada de manipulación para justificar la decisión ya adoptada por razones políticas de ir a la guerra de Irak. Ni las armas de destrucción masiva ni los inexistentes vínculos entre Sadam Husein y Al Qaeda fueron los motivos reales de la guerra” (El país, 2006).

 

Estas declaraciones de Pillar permiten verificar los verdaderos intereses que se mueven detrás de estos conflictos petroleros y nos facilitan la individualización de los actores que mueven los hilos del escenario que se construye.  Como ya se dijo, la disputa por el Esequibo se atiza con el descubrimiento de yacimientos petrolíferos por parte de la ExxonMobil, una corporación que se encuentra dentro de las 4 mayores empresas de petróleo del mundo con ventas anuales superiores a los 393 mil millones de dólares en 2022.  Dentro del ranking de las principales empresas de petróleo y gas en los Estados Unidos en julio de 2022, ExxonMobil es la que presentaba el mayor valor o precio de venta (357 mil millones de dólares) y durante el 2023 mostró las mayores ganancias con un crecimiento espectacular en los tres últimos años.

 

ExxonMobil no es sólo una corporación petrolera, tiene además un rol político fundamental en la configuración de la geopolítica estadounidense.  En una tesis del año 2016 de la Universidad de Bogotá realizada por Luisa Fernanda Moreno Lara Las empresas energéticas y la gran estrategia estadounidense hacia Irak: una reflexión sobre el rol de ExxonMobil y Chevron como grupos económicos y de presión (2001- 2011)”, la autora señala que en 2001, para superar la escasez energética, el gobierno de Bush creó la llamada Energy Task Force, que contaba con la participación de altos ejecutivos de las grandes multinacionales energéticas del país, entre ellas ExxonMobil.  Además, se señala que después de las reuniones secretas en la Casa Blanca en las que participaban los representantes de las empresas de energía, como el vicepresidente de ExxonMobil en 2001, se estableció la idea de que la intervención militar en Irak debería constituir una estrategia de seguridad energética. La incursión militar de EEUU en Irak, obtuvo un apoyo financiero considerable de éstas empresas privadas (75% de los costos fue asumido por el sector privado).

 

Dentro de los objetivos alcanzados por la ExxonMobil después de la incursión en Irak, cabe señalar, entre otros, que ExxonMobil se adjudicó un contrato para la explotación de la zona de Qurna Occidental que cuenta con 8,7 mil millones comprobados de barriles de petróleo. Además, un contrato de explotación compartido por 20 años con Shell, que permitió la ampliación de la producción de 300,000 barriles a 2,3 millones de barriles por día, en los primeros seis años del contrato. ExxonMobil obtuvo el 80% de las ganancias.

 

Claramente no era la defensa de la democracia ni de la libertad que inspiraban los bombardeos sobre Irak y tampoco serán esos “valores superiores” del Occidente que inspirarán las acciones geopolíticas de EEUU para hacerse del Esequibo venezolano.

 

Tristes guerras si no es amor la empresa, tristes, tristes” (Miguel Hernández)